
Hola Princesa,
Quiero decirte por medio de esta carta todo lo que siento y el porqué de mi decisión. No sé cuánto tiempo haya pasado cuando la estés leyendo y solo quiero que si piensas en buscarme, no lo dudes nunca.
Cuando me enteré que venías en camino, no quise quitarte la posibilidad de vivir. Mi situación económica es muy complicada, no tengo trabajo y con dos bebés para salir adelante, ninguno de los tres íbamos a estar bien, tendríamos muchas necesidades. Si me dedicaba a ustedes no podía trabajar y si trabajaba no les iba a dedicar calidad de tiempo, por esas razones decidí entregarte en adopción.
Quiero que sepas que te amo mucho, que tienes dos hermanos, el día que quieras buscarnos estaremos con los brazos abiertos para ti.
Solo te pido perdón y espero nunca pases sufrimiento, quiero que estés con una familia que te ame demasiado.
Que Dios te bendiga, la Virgen y los Ángeles te protejan por siempre. Eres la princesa de mi corazón y siempre estás en mis pensamientos.